
Cuando pensamos en recetas tradicionales de toda la vida, no podemos evitar pensar en uno de nuestros peñistas más admirados. Un cocinero que ya de niño apuntaba maneras, ayudando al restaurante de sus padres y que por la ceguera de su madre, decidió coger las riendas de los fogones del restaurante en 1979. Hablamos de nuestro peñista y amigo, Carles Gaig.