
Nos encontramos en una época del año donde, después de una larga espera, la tierra devuelve el fruto del esfuerzo y la atención que ha puesto todos los vinicultores. Nos referimos, por supuesto, a la vendimia, quizás el momento álgido y más decisivo donde los enólogos lucen su valía resolviendo el gran misterio: cuándo se tiene que empezar a cosechar la uva. De hecho, el tiempo de colecta depende del grado de maduración de la uva y de la variedad, y es un momento clave en el proceso de producción, donde se obtiene la relación porcentual entre los azúcares y los ácidos.